Samantha Aguilar: ¡una portera de 9 años con el corazón gigante y los sueños bien puestos!
Con apenas 9 años, Samantha Aguilar Madrigal ya sabe lo que es tener un propósito claro en la vida: seguir los pasos de su papá, quien fue portero de fútbol sala, y convertirse en una arquera de talla internacional. Su historia, tejida entre guantes, madrugadas de entrenamiento y admiración profunda por figuras como Sharon Corrales, es una muestra de lo que el amor por el fútbol puede sembrar desde la infancia.
Samantha comenzó a jugar bajo los tres palos cuando tenía apenas 7 años, en un equipo que formó su propio padre. Desde entonces, se ha mantenido firme en su posición de portera, aprendiendo a lanzarse sin miedo, a achicar espacios, a dominar los saques por arriba y a sacar el balón con fuerza y precisión desde el área.
Actualmente forma parte de dos equipos: juega con la U9 de Liga Filial Flores, y también defiende el arco en la U9 y U11 de LDA Femenina, demostrando madurez, talento y una disciplina que sorprende a cualquier entrenador.
Su preparación es seria. Samantha entrena todos los días, alternando entre las sesiones de la Academia del profesor Óscar Navarrete y los entrenamientos con la profe Maureen Arroyo, quienes han sabido acompañarla en este camino con exigencia y cariño.
Pero no todo es físico. En su interior, Samantha guarda un motor emocional poderoso: su admiración por Sharon Corrales, una portera costarricense que ha brillado tanto en la Liga Femenina como en clubes del extranjero. “Ella empezó desde pequeña como portera… como yo”, con una sonrisa que lo dice todo.
Cuando se le pregunta cómo se ve en el futuro, la respuesta es tan clara como el sol en una final: “con muchos trofeos, jugando en varios países y siendo la mejor portera”. Así, sin titubeos, porque Samantha no juega para ver qué pasa; juega para hacer historia.
Su consejo para otras niñas que sueñan con el fútbol es simple pero contundente:
“Que sigan sus sueños, que no se rindan porque todos tenemos una oportunidad.”
Y ella ya está aprovechando la suya.
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