𝐂𝐞𝐫𝐨 𝐠𝐨𝐥𝐞𝐬 𝐚𝐧𝐨𝐭𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐲 𝐝𝐨𝐜𝐞 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫a… 𝐂𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐫𝐢𝐮𝐧𝐟𝐨𝐬. 𝐀𝐬í 𝐝𝐞 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐦𝐞𝐧 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥.
Un Mundial al que Costa Rica no se clasificó, sino que accedió por la expansión de cupos. Y aquí estamos, con un equipo que ya había sufrido contra México cuando nos goleó 10-0 previamente, seguimos repitiendo la historia de las goleadas, pero esta vez en la competencia más grande del mundo.
¿Qué aprendimos de los fogueos contra Dimas, Fiji y Marruecos? Pareciera que muy poco o nada. ¿Realmente estos rivales nos preparaban para enfrentar a potencias como Países Bajos, Corea del Norte y Argentina? ¿Qué pensaba la federación cuando pactó estos amistosos?
Este cuerpo técnico ha tenido tiempo suficiente con esta generación y, sin embargo, parece que no hay una idea clara de juego. Las decisiones tomadas fueron cuestionables desde antes de poner un pie en la cancha. Jugadoras que lidiaban con molestias físicas y no podían entrenar al 100%. ¿Y qué pasó con las que se descartaron pese a estar en perfecta forma física?
¿Por que a unos si los despidieron después de no clasificar al mundial sub 17 de este año y a este cuerpo técnico lo dejaron después de no clasificarse al mundial sub 17 del 2022 ni a este de 2024?
La ausencia de jugadoras en mejor forma física, porque no juegan en Costa Rica también es inaceptable. Algunas de nuestras mejores promesas, que están en Estados Unidos, fueron ignoradas por el simple hecho 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐯𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐫𝐞𝐠𝐮𝐥𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝.
¿𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐜𝐮á𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐟𝐚𝐥𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐢𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐜𝐫𝐢𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐱𝐜𝐥𝐮𝐬𝐢ó𝐧?
Improvisación total: laterales natas reemplazadas por improvisadas, centrales fuera de lugar y jugadoras que estaban en recuperación de una lesión formando parte del equipo.
¿Cómo se justifica esto? Para colmo, las goleadoras del torneo de alto rendimiento por ejemplo ni siquiera fueron tomadas en cuenta. El talento que tenemos es ignorado mientras se siguen improvisando cosas con este equipo.
Un par de fogueos que parecían más un trámite que una preparación seria. Fiji y Marruecos fueron elegidos, porque jugaban contra Canadá y Estados Unidos respectivamente. Pero, ¿qué tiene que ver eso con nuestros rivales en el Mundial? Nada. Absolutamente nada. No enfrentamos a equipos africanos u oceánicos en la fase de grupos, así que, ¿qué lógica había en esos partidos de preparación?
Finalmente, ¿qué esfuerzos se hicieron para observar a las jugadoras de esta edad que están en Estados Unidos? La respuesta sigue siendo decepcionante: prácticamente ninguno. Si no se les observa, se las descarta.
¿No se quiere invertir en un nuevo cuerpo técnico, o por qué no ceder y darle oportunidad a otros aunque sean nacionales?
Y así nos despedimos de un mundial mas, con mucha pena y nada de gloria.