La Selección Nacional de Futsal de Costa Rica dejaría de operar de manera permanente.

En las últimas horas ha trascendido información que enciende las alarmas alrededor del futuro de la Selección Nacional de Futsal de Costa Rica.
De acuerdo con una publicación del periodista Allen Villalobos, el combinado nacional dejaría de operar como un proyecto permanente y pasaría a activarse únicamente de manera temporal, previo a competencias oficiales.

De confirmarse este escenario, la Selección Nacional de Futsal dejaría de existir como proceso continuo, funcionando solo semanas antes de cada torneo y entrando nuevamente en pausa una vez finalizada la competencia.

El impacto va más allá de la selección mayor

Este posible cambio no solo afectaría a la Selección masculina.
También tendría repercusiones directas sobre la Selección Femenina de Futsal, que depende de la misma estructura administrativa y técnica.

Sin una selección activa, ¿quién garantiza el desarrollo, la proyección y la competitividad de ambas ramas?

Una selección sin estructura

La información de Villalobos apunta a que la Federación habría optado por:

• Eliminar la estructura fija de la Selección.
• Prescindir del personal de planta.
• Designar cuerpo técnico únicamente cuando exista torneo.
• Detener cualquier trabajo una vez concluida la competencia.

Un giro que transforma a la Selección en un proyecto eventual, sin seguimiento, planificación ni desarrollo sostenido.

Hasta el momento, no existe una comunicación oficial que explique los fundamentos de esta decisión ni el modelo deportivo que la respalda.
La interrogante es directa:
¿cómo se puede competir a nivel internacional sin proceso previo?

El futsal, por naturaleza, exige continuidad, lectura táctica, trabajo colectivo y seguimiento permanente. Activar una selección solo cuando hay torneo plantea dudas profundas sobre la visión federativa.

Un antecedente reciente

Este panorama se da poco tiempo después de que la Selección trabajara con miras a los Juegos Centroamericanos, preparación que finalmente no se tradujo en participación tras una decisión tomada a nivel dirigencial.

Se entrenó, se planificó y se sostuvo un proceso que quedó en pausa por razones ajenas a la cancha. Hoy, ese antecedente vuelve a generar cuestionamientos.