Clubes se plantan contra la reducción de equipos en la Primera División Femenina.

El fútbol femenino en Costa Rica está en una encrucijada. Mientras algunos clubes y dirigentes impulsan una reducción del número de equipos en el campeonato, otros se han mantenido firmes en su lucha por evitar un golpe fatal a la liga. Así lo han dejado claro Dimas Escazú, Municipal Pococí, Coronado, Carmelita y Chorotega, quienes no solo lamentan la salida de Puerto Viejo del torneo, sino que también denuncian la falta de visión y desconocimiento de la normativa internacional por parte de algunos de los principales actores del fútbol nacional.

Desde el principio, estos clubes se han opuesto a la idea de reducir la liga a solo seis equipos, una medida sin sustento en estudios que demuestren algún beneficio para el crecimiento del fútbol femenino. Y lo que es peor, esta reducción va en contra de las regulaciones de FIFA, CONCACAF y UNCAF, que exigen un mínimo de ocho equipos en la liga para que Costa Rica pueda mantener su plaza en torneos internacionales.

Lo sorprendente es que quienes han impulsado esta reducción parecen no haberse enterado de estas reglas básicas. Alajuelense, Saprissa, Sporting y Puerto Viejo, junto con el director técnico de la Selección Nacional, Beni Rubido, han defendido la eliminación de equipos sin considerar que esto podría costarle al país su participación en competencias oficiales. La ignorancia en la dirigencia ha llegado a niveles alarmantes.

Uno de los casos más evidentes es el de Wilmer López, técnico de Alajuelense, quien tras una derrota contra Tigres UANL en octubre de 2024 declaró que “si mejoráramos el nivel de competencia interno, sería otra historia”, además de insinuar que solo Alajuelense brinda un respaldo sólido al fútbol femenino. Estas palabras no solo son desafortunadas, sino que además evidencian la falta de compromiso de los clubes grandes con el desarrollo de la liga.

Porque, si en verdad quisieran un torneo más competitivo, empezarían por reconocer el trabajo de los equipos que forman a las jugadoras que luego contratan. ¿Por qué Alajuelense y compañía no están dispuestos a pagar derechos de formación? ¿Por qué quieren una liga reducida en lugar de invertir en fortalecerla? Esa sería la verdadera competencia sana, no intentar monopolizar el fútbol femenino a su conveniencia.

A esto se suma la postura de Carlos Avedissian, técnico de Puerto Viejo, quien en entrevista con Tigo Sports prácticamente desestimó la importancia de los procesos de liga menor. Su falta de interés en desarrollar una estructura de formación contradice directamente los lineamientos de FIFA y CONCACAF, que establecen que los clubes deben contar con equipos de alto rendimiento y divisiones menores para poder competir. Puerto Viejo, sin cumplir con estos criterios, estaba condenado a quedarse atrás, y su salida del torneo solo refuerza la necesidad de que el campeonato se mantenga en ocho equipos, con clubes comprometidos de verdad con el crecimiento del fútbol femenino.

Frente a este panorama, Dimas Escazú, Pococí, Coronado, Carmelita y Chorotega han reafirmado su compromiso con el desarrollo del fútbol femenino. Gracias a su esfuerzo y al apoyo de UNIFFUT, se logró evitar la reducción de equipos y garantizar que Costa Rica siga teniendo representación en torneos internacionales.

La batalla no ha terminado. Queda claro que algunos quieren moldear la liga a su antojo, sin pensar en el impacto a largo plazo. Pero lo que sí está asegurado es que el 27 de abril, cuando arranque el torneo, habrá ocho equipos listos para demostrar en la cancha que el fútbol femenino en Costa Rica está más vivo que nunca.

Share this content:

Bachiller en Periodismo. Cursando Lic en Comunicación de Masas. Especialista en Cobertura de Fútbol Femenil. Graduada de Somos Versus en Universidad Anáhuac MX En coberturas con Enfoque de Género. Más de 10 años de experiencia